miércoles, 20 de mayo de 2009

El eslabón perdido


"Es como encontrar el arca perdida para los arqueólogos", afirmaba el coordinador del trabajo de investigación, Jorn Hurum, de la Universidad de Oslo. Este fósil será el que más aparezca en los libros de texto durante los próximos 100 años".
El descubrimiento de un nuevo fósil de primate hace aparecer de nuevo titulares sobre el eslabón perdido y también muchas críticas sobre la necesidad de remontarnos tanto hacia nuestros orígenes. Todos debemos recordar que la evolución de los seres vivos está llena de discontinuidades en la cadena evolutiva que lleva al ser humano actual. Como tampoco es posible saber a ciencia cierta el grado de parentesco entre las especies de fósiles que van apareciendo porque la veracidad de un escenario evolutivo no puede ser comprobada empíricamente y eso hace que, en muchas ocasiones, las teorías queden propuestas como meras hipótesis.
Los científicos apoyan sus conclusiones sobre este nuevo fósil en las características anatómicas que lo situarían entre los lemures y los simios, en el momento en que estas dos ramas de primates se separaron. El fósil "darwinius" semejante a los lémures, con el pulgar oponible característico de los primates y una disposición de sus extremidades que parece encaminarla hacia epedismo. La antigüedad de este fósil se sitúa en 47 millones de años. Puede ojearse el estudio publicado al respecto en la revista en línea
PLoS ONE: http://www.plosone.org/article/info:doi/10.1371/journal.pone.0005723

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