viernes, 1 de enero de 2010

¿ POR QUÉ NECESITAMOS CREER?

La religión y las prácticas que implica, están presentes en todas as culturas. Los antropólogos intentan mostrarnos, a través de sus estudios, como influyen estas creencias en la configuración de las sociedades en las que se inscriben. La discusión antropológica fundamental no reside en la cuestión de la verdacidad de estas creencias, sinó en situar el fenómeno religioso en la naturaleza   humana. Es un fenómeno esencial para nuestra  especie o más bien es un producto de otras necesidades humanas más esenciales.

La película Baraka de Ron Fricke, filmada en más de 24 países, presenta la espiritualidad humana como el elemento que nos distingue de otras especies:
La creencia en un ser superior y  trascendente está en el origen de muchas prácticas religiosas y, aún que existen religiones sin dioses (como el budismo) la creencia en Dios puede dar lugar también a una amplia variedad de creencias y prácticas religiosas.
Estas creencias y experiencias espirituales  acompañaron al ser humano desde sus orígenes, tal y como lo demuestran algunas pinturas encontradas en cuevas prehistóricas. El  simbolismo que esconden estas pinturas fué descifrado gracias a una cultura primitiva que sigue  usando los mismos  símbolos para referirse al mundo espiritual




Religión y creatividad humana fueron, en la  historia de nuestra especie, siempre juntas. El  mito, la narración y las expresiones  plásticas surgen de nuestra necesidad de crear y ayudan a dar sentido a nuestra  existencia. El antropólogo Desmond Morris nos ayuda a entender esta capacidad y necesidad humana.


Las funciones de la religión, en el  contexto social, están claras para la antropología, sus funciones para el individuo son más difíciles de valorar, pero el contexto cultural, mítico y de valores da significado a la  vida de los individuos. En el siguiente vídeo sobre los aymara puedes ver como se relacionan todos estos aspectos

¿QUIÉN MANDA EN CASA?

La idea de que existieron sociedades matriarcales que posteriormente fueron sustituidas por las actuales sociedades, está presente en muchos mitos de todas las culturas. En algunas como la sociedad Yoruba, aún se sigue viviendo en tradiciones y ritos que se cumplen anualmente.

Desde hace más de un siglo, los  Yoruba celebran un ceremonia llamada Gelede que tiene por objeto homenajear a la madre  primordial, Iyà Nlà, y al papel que desempeñan las mujeres en la  organización social yoruba.



En la actualidad existen algunas (pocas) sociedades donde el poder es de las mujeres. En este documental fotográfico de Ana Boyé, se muestran algunas:



Se están llevando a cabo estudios antropológicos para observar la vida y costumbres de estos pueblos en los que el poder está detentado por mulleres.



Las sociedades patriarcales son aquellas en las que el poder está detentado por los hombres  y las mujeres ocupan un lugar subordinado en la sociedad. El poder de los hombre se legitima mediante construcciones mitológicas y morales que, en muchos casos, legitiman también la violencia contra las mujeres. La violencia de género o el infanticidio femenino son algunas de las consecuencias  de las sociedades en las que la discriminación del género femenino es la norma.




El infanticidio es una práctica común entre algunos pueblos  que viven en condiciones límites, y en los que la escasez  de recursos lleva a necesitar  un control importante de la población. En muchos casos, la  práctica habitual es el infanticidio femenino.



Los  antropólogos mantuvieron algún tiempo que no se debía intervenir  en los modos de vida de los pueblos primitivos. Hoy en día algunas teorías están rebatiendo esa idea.



Parece existir una relación entre el tipo de economía que practica una sociedad y las relaciones de géneros que se manifiestan en ellas. Así, las sociedades patriarcales surgen inicialmente en sociedades de pastoreo o agrícolas. La agricultura requiere de la fuerza masculina y la domesticación de animales y la propiedad de estos requieren una lucha por los territorios de pastoreo que pone en valor las características masculinas frente a las femeninas. La mujer pierde, así, el papel fundamental que tenía en las sociedades de caza y recolección. En el siguiente documental sobre el pueblo Masai, puede verse esa interrelación. También podemos ver en el documental el ritual que sitúa a la mujer en su papel adulto, subordinado al varón.

 Pero más allá de las críticas morales a este tipo de conducta la antropología quiere entender cómo beneficia a una sociedad este tipo de comportamientos entre los géneros. Por ejemplo, el intercambio de mujeres es una práctica común entre las sociedades patriarcales. Este intercambio fomenta el intercambio de favores entre diferentes tribus y la interrupción de las guerras.




Sin embargo, no todas las sociedades establecen las relaciones entre sexos siguiendo los mismos patrones. Los trabajos de Margaret Mead durante sus años en Samoa muestran que es la cultura, y no la naturaleza, la que determina esos comportamientos. El documental The Tales from the Jungle intenta explicarnos los resultados de los su trabajo (en inglés)